En la tradición japonesa, el bushidō (武士道, bushidō) es un término traducido como "el camino del guerrero".
Es un código ético estricto y particular al que muchos samurái o (bushi) entregaban sus vidas, que exigía lealtad y honor hasta la muerte. Si un samurái fallaba en mantener su honor, podía recobrarlo practicando el seppuku (suicidio ritual). Se dice que desde pequeños, el bushidō era inculcado a los japoneses de la clase dirigente incluso antes de despegarse del pecho de la madre.
7 principios que rigen el código de Bushidô, la guía moral de los Samurais:
Sed fieles a él y vuestro honor crecerá. Rompedlo, y vuestro nombre será denostado por las generaciones venideras.
1.- GI (Honradez y Justicia):
El guerrero era honrado con todos, cree en su propia justicia, no en la ajena. Su honradez y justicia son claras y limpias, tan sólo existe lo correcto y lo incorrecto.
2.- YU (Valor Heroico):
El guerrero no teme actuar sobre las masas y el peligro, nunca se oculta cobardemente, pues esto no es vivir. El Valor heroico es un deber, es absolutamente arriesgado al peligro y a vivir la vida de forma plena y completa, pero su coraje no es ciego, es inteligente, pues reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.
"El camino del valiente no sigue los pasos de la estupidez".
3.- JIN (Compasión):
El guerrero no es como el resto de los hombres, su preparación es superior, es fuerte, hábil y rápido, por lo que su poder debe usarse para el bien. Tener compasión, ayudar a la gente en cuanto se presente la oportunidad, si esta no surge sale a su encuentro.
4.- REI (Cortesía):
Los guerreros no son crueles, no necesitan demostrar sus virtudes y poder, éstos son corteses incluso con sus enemigos, pues sin esta muestra de respeto no somos mejores que los animales. Un guerrero recibe respeto por su forma de tratar a los demás y su firmeza en la batalla. La autentica fuerza interior del guerrero da su evidencia en tiempos de conflictos.
"Un alma sin respeto es una morada en ruinas. Debe ser demolida para construir una nueva".
5.- MEYO (Honor):
El guerrero juzga su honor por si mismo, sus decisiones y su forma de llevarlas a cabo son un reflejo de como es él en realidad. No puede ocultarse de sí mismo.
"La muerte no es eterna; el deshonor, sí".
6.- MAKOTO (Sinceridad Absoluta):
La palabra del guerrero es pura sinceridad, pues su palabra es acción. Todo cuanto diga lo realizará y nada ni nadie podrá detener su cumplido. No tiene necesidad de dar su palabra ni de prometer nada, el simple hecho de hablar es su promesa y palabra; hablar y hacer son la misma cosa.
7.- CHUGO (Deber y Lealtad):
Para el guerrero el haber dicho o hecho algo significa que ese algo le pertenece, es responsable de ello y sus consecuencias. Es intensamente leal para aquellos que tiene a su cuidado y fiel para aquellos de los que es responsable. Sus palabras son sus huellas, puedes seguirlas donde quiera que él vaya, por lo tanto, cuidado con el camino que sigues.
"Solo hay una lealtad superior a la del Samurai hacia su Daimyo: la del Daimyo hacia sus súbditos".
Es un código ético estricto y particular al que muchos samurái o (bushi) entregaban sus vidas, que exigía lealtad y honor hasta la muerte. Si un samurái fallaba en mantener su honor, podía recobrarlo practicando el seppuku (suicidio ritual). Se dice que desde pequeños, el bushidō era inculcado a los japoneses de la clase dirigente incluso antes de despegarse del pecho de la madre.
7 principios que rigen el código de Bushidô, la guía moral de los Samurais:
Sed fieles a él y vuestro honor crecerá. Rompedlo, y vuestro nombre será denostado por las generaciones venideras.
1.- GI (Honradez y Justicia):
El guerrero era honrado con todos, cree en su propia justicia, no en la ajena. Su honradez y justicia son claras y limpias, tan sólo existe lo correcto y lo incorrecto.
2.- YU (Valor Heroico):
El guerrero no teme actuar sobre las masas y el peligro, nunca se oculta cobardemente, pues esto no es vivir. El Valor heroico es un deber, es absolutamente arriesgado al peligro y a vivir la vida de forma plena y completa, pero su coraje no es ciego, es inteligente, pues reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.
"El camino del valiente no sigue los pasos de la estupidez".
3.- JIN (Compasión):
El guerrero no es como el resto de los hombres, su preparación es superior, es fuerte, hábil y rápido, por lo que su poder debe usarse para el bien. Tener compasión, ayudar a la gente en cuanto se presente la oportunidad, si esta no surge sale a su encuentro.
4.- REI (Cortesía):
Los guerreros no son crueles, no necesitan demostrar sus virtudes y poder, éstos son corteses incluso con sus enemigos, pues sin esta muestra de respeto no somos mejores que los animales. Un guerrero recibe respeto por su forma de tratar a los demás y su firmeza en la batalla. La autentica fuerza interior del guerrero da su evidencia en tiempos de conflictos.
"Un alma sin respeto es una morada en ruinas. Debe ser demolida para construir una nueva".
5.- MEYO (Honor):
El guerrero juzga su honor por si mismo, sus decisiones y su forma de llevarlas a cabo son un reflejo de como es él en realidad. No puede ocultarse de sí mismo.
"La muerte no es eterna; el deshonor, sí".
6.- MAKOTO (Sinceridad Absoluta):
La palabra del guerrero es pura sinceridad, pues su palabra es acción. Todo cuanto diga lo realizará y nada ni nadie podrá detener su cumplido. No tiene necesidad de dar su palabra ni de prometer nada, el simple hecho de hablar es su promesa y palabra; hablar y hacer son la misma cosa.
7.- CHUGO (Deber y Lealtad):
Para el guerrero el haber dicho o hecho algo significa que ese algo le pertenece, es responsable de ello y sus consecuencias. Es intensamente leal para aquellos que tiene a su cuidado y fiel para aquellos de los que es responsable. Sus palabras son sus huellas, puedes seguirlas donde quiera que él vaya, por lo tanto, cuidado con el camino que sigues.
"Solo hay una lealtad superior a la del Samurai hacia su Daimyo: la del Daimyo hacia sus súbditos".
El Credo Samurai (Anónimo del Siglo XVII).
Yo no tengo parientes de sangre; hago de la tierra y el cielo mis parientes.
Yo no tengo hogar; de lo más profundo de mi mismo, hago mi hogar.
Yo no tengo poderes divinos; hago del mental cósmico mi poder.
Yo no tengo medios; la sumisión y la calma son mis medios.
Yo no tengo ningún poder mágico; la fuerza interior es mi magia.
Yo no tengo ni vida ni muerte; hago de lo eterno la vida y la muerte.
Yo no tengo cuerpo; hago del coraje mi cuerpo.
Yo no tengo ojos; el resplandor del relámpago son mis ojos.
Yo no tengo oídos; la sensibilidad son mis oídos.
Yo no tengo miembros; el movimiento instantáneo son mis miembros.
Yo no tengo ley; hago de mi protección mi propia ley.
Yo no tengo estrategia; libre de matar y libre de dar vida es estrategia.
Yo no tengo deseos; la oportunidad es mi deseo.
Yo no tengo principios; la adaptación a las circunstancias es mi principio.
Yo no tengo táctica; hago de lo vacío y lo lleno mi táctica.
Yo no tengo talento; el espíritu veloz es mi talento.
Yo no tengo enemigos; hago de la imprudencia mi enemigo.
Yo no tengo armadura; hago de la tolerancia y la justicia mi armadura.
Yo no tengo castillo ni patria; hago del espíritu inmutable mi patria y castillo.
Yo no tengo espada; hago del estado que antes y allá del inconsciente mi espada.
Yo no tengo parientes de sangre; hago de la tierra y el cielo mis parientes.
Yo no tengo hogar; de lo más profundo de mi mismo, hago mi hogar.
Yo no tengo poderes divinos; hago del mental cósmico mi poder.
Yo no tengo medios; la sumisión y la calma son mis medios.
Yo no tengo ningún poder mágico; la fuerza interior es mi magia.
Yo no tengo ni vida ni muerte; hago de lo eterno la vida y la muerte.
Yo no tengo cuerpo; hago del coraje mi cuerpo.
Yo no tengo ojos; el resplandor del relámpago son mis ojos.
Yo no tengo oídos; la sensibilidad son mis oídos.
Yo no tengo miembros; el movimiento instantáneo son mis miembros.
Yo no tengo ley; hago de mi protección mi propia ley.
Yo no tengo estrategia; libre de matar y libre de dar vida es estrategia.
Yo no tengo deseos; la oportunidad es mi deseo.
Yo no tengo principios; la adaptación a las circunstancias es mi principio.
Yo no tengo táctica; hago de lo vacío y lo lleno mi táctica.
Yo no tengo talento; el espíritu veloz es mi talento.
Yo no tengo enemigos; hago de la imprudencia mi enemigo.
Yo no tengo armadura; hago de la tolerancia y la justicia mi armadura.
Yo no tengo castillo ni patria; hago del espíritu inmutable mi patria y castillo.
Yo no tengo espada; hago del estado que antes y allá del inconsciente mi espada.
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