Prodrá parecer rídiculo, pero les contaré sobre mi primer viaje en avión.
Recuerdo que llegó mi familia para despedirme, pues dejaba mi lugar de origen en busca de nuevos horizontes, eso fué triste y a la vez alegre, pues iba en busca de un sueño, y cuando uno en verdad desea ver realizadas sus metas, debe sacrificar algo... y si ese algo significa la gente que más quieres, ese si que es un dilema...
Bueno, vamos al tema de la entrada del blog...
Después de la despedida con mi familia, me dirigí hacia el avión, y pasé mis cosas por la revisión de aduana( los rayos X), después unos militares revisaron mis pertenencias y luego pasé por el detector de metales, todo iba bien, hasta que el condenado comenzó a hacer un ruido de alerta, así es que una policia me aisló un poco y me pasó otro detector de metales de mano, (no piensen que andaba armas o algo por el estilo, pues no soy delincuente ji ji ji) eran los pasadores(rizadores, ganchitos, como se llamen) que traía prensados en el cabello.
Cuando me dejaron libre, me fuí a abordar el avión, recibimos indicaciones de las azafatas, esperamos un ratito y pues el avión comenzó a moverse, primero en línea recta y después comenzó a elevarse y se fué de ladito, yo creí que nos caíamos, pero afortunadamente esa es la maniobra que hacen los pilotos para elevarse por los aires.
Poco a poco fuí viendo más y más pequeña la ciudad, y nos alejamos hasta ver el oceáno, y nos elevamos cada vez más y más, soló en mis sueños había estado entre las nubes y sobre ellas, su blancura es inimaginable. Fuí interrumpida por las azafatas, que llevaban bebidas y cacahuates. Seguí viendo el paisaje, hasta que el avión comenzó a descender, no estuvo mal, pero prefiero el despegue a el descenso.
Fué divertido y ya estoy lista para volver a viajar en avión... Yupi Yupi
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